VIE
Primero llegas, sin instrucciones. Respiras como si el aire supiera algo que tú no. Tu llanto llena un cuarto, tus padres se miran. Todo cambia, aunque nadie lo diga. La infancia es un territorio desconocido, donde el mundo es un gigante y el tiempo, interminable. Te caes, te levantas, exploras. Ellos te enseñan sin palabras, y tú aprendes que la vida es un fuego que no se apaga. El colegio aparece, imponente. Hay reglas, hay lecciones, hay amigos que prometen quedarse para siempre. El patio es un universo, y tú eres un héroe que aún no sabe que lo es. La adolescencia llega como un río desbordado, caótico y lleno de secretos. Tu cuerpo cambia, tu voz se rompe, tu corazón tropieza y late con fuerza. Las palabras hieren más que los golpes, y te descubres buscando algo que no tiene nombre. Piensas que lo sabes todo. Te rebelas contra lo que no entiendes. El futuro te espera, pero tú sigues en el presente, soñando con todo y con nada al mismo tiempo. El amor aparece de improviso, como una ...