domingo, 6 de enero de 2008

MI LIMA



“No interesa que haya o no una arquitectura peruana. Lo que interesa es que hoy, en el Perú, nos empeñemos –y no sólo los arquitectos- en hacer y en que se haga una buena arquitectura. Al ser buena, esta se adecuará al sitio y a la época en forma espontánea y natural, sin necesidad de recurrir a un criterio de peruanismo establecido a priori, que fue el equívoco romántico”

José García Bryce: “150 años de Arquitectura Republicana”.Boletín No. 11 de la Sociedad de Arquitectos. Lima, noviembre de 1961


Hace más de cinco (5) años era difícil imaginar que Lima iba a tener el movimiento que tiene actualmente, sobretodo en el campo de la construcción. El sector de la construcción es, en este momento, el que lleva la bandera y el protagonista del constante crecimiento que venimos experimentando en los últimos 3 años.

Los cambios que han venido afectando a la ciudad de Lima, producto de la reactivación económica del Perú, han sido de suma importancia en la determinación de nuevas guías y referentes para dar pasó a un desarrollo ordenado de las demás arquitecturas que se situarán en la ciudad.
Al parecer, esta “reactivación” de la economía, ha cogido mal parado a la arquitectura peruana ya que la pequeña bonanza que se esta experimentando, contradictoriamente a lo que se podría pensar, esta haciendo que Lima luzca aun mas fea y desordenada.



Lima es una ciudad diversa en la que no existen términos de referencia. El arquitecto se encuentra sin el soporte que, por lo general, proporciona el contexto, lo que significa que el trabajo del arquitecto en modo alguno esta relacionado con algún tipo de “consolidación”.
Es así que, actualmente, el proyectista se puede llegar a sentir libre, tiene la licencia para actuar sobre el suelo sin prejuicios, sabiendo que cuando pone la primera piedra de un edificio se trata del origen de un organismo que crecerá en el futuro.

Pero a diferencia de lo que se podría llegar a pensar, la cuidad ha perdido, totalmente, cualquier rastro de identidad que alguna vez pudo haber tenido. Lima es ahora, una ciudad sin identidad y hasta se podría decir que la identidad de Lima es que no tiene identidad.

La verdad de todo es que no hay que consolidar nada en Lima. Es más, consolidar sería negar uno de los atributos más característicos de la ciudad y dar cabida a la permanencia, una cualidad en abierta contradicción con la cambiante, inestable y móvil condición de La Ciudad de los Reyes. De ahí que Lima esta en perpetua transformación y cambio.



Si bien ya hemos definido de algún modo la ciudad de Lima y su movilidad. Es importante dar a conocer algunas visiones que, dado el escenario se podrían ver.

Se reconoce que Lima actualmente no tiene identidad (o que la ha perdido casi en su totalidad), y que los pocos rastros que podrían dar un indicativo de identificación, son ahora inmuebles y espacios en ruinas, sobre poblados o mal utilizados.
Es así, que se puede tomar acción sobre un escenario estático, es decir, Lima es desde este momento una ciudad móvil, capaz de emplazarse en diferentes lugares con diferentes circunstancias y condicionantes, siempre manteniendo la relación de usos que contiene y sus respectivos roles dentro de ella.



¿Como se debería sugerir o esbozar algún método de diseño capaz de albergar las diferentes capas de información que el territorio contiene y a la vez hacerse personalizado cuando se materializa?

La idea de espacio urbano como referencia esencialmente figurativa, como suma de caracteres ajustados a definiciones formales, deja paso, pues, a la evidencia de un nuevo espacio mas aleatorio y salvaje, articulado a otra escala, y ya no a partir de la tradicional continuidad de la edificación sino de la fuerza y neutralidad de los grandes referentes destinados a estructurarlo y de aquellos diferentes acontecimientos autónomos destinados a asegurar su desarrollo.

De esta forma quiero decir que el método de diseño a utilizar para una casa, edificio comercial o institucional, no cambiará el rango de movilidad que posee Lima en este momento, sino mas bien, son las políticas de ordenamiento, las que trasgrediendo los pensamiento modernos, deben proponer organizar y reorganizar el espacio y la topografía urbana que en este momento Lima presenta.
Dadas las condiciones el proyecto a realizar debe empezar por aceptar Lima (la ciudad que queremos). Basándose en el deseo de respetar y mantener su estructura, lo que obliga a un profundo conocimiento de la ciudad y de los mecanismos con los que se construye en ella.
Los grandes referentes serán siempre proyectos de gran magnitud, no solo física, sino que, mas importante aún, magnitud social. Cuando se menciona la palabra magnitud, implica que los proyectos e inversiones a realizarse deben estar siempre respaldados por el capital.

Es innegable que a lo largo de la historia, la gran arquitectura siempre ha estado respaldada por el poder de adquisición. De ahí que, actualmente, sólo un pequeño porcentaje del Perú (cerca del 20%) tiene acceso a la buena arquitectura.

Es importante mencionar quienes tienen acceso a la arquitectura de nivel (que no quiere decir que la tengan completamente), porque nos lleva a la siguiente visión de Lima. Una parte de nuestra ciudad que se ha venido desarrollando en una de las más lindas y paradisíacas playas con las que fuimos bendecidos.

El balneario de Asia se ubica alrededor de 97km al sur de Lima. Y abarca unos 5km del litoral.
Desde hace algunos años ha venido poblándose de gente “pudiente” (y de quienes quieren serlo) bajo el título de condominios exclusivos. Es vital prestarle atención al término exclusivo ya que viene de excluir, o en todo caso “que excluye, y/o tiene fuerza y virtud para excluir.” (Diccionario Hispánico Universal).
Ahora que sabemos que podría tratar de comunicarnos este título, es derecho de todos, saber, ¿Bajo qué criterios o “virtudes” los propietarios de las casas de playa en Asia, proclaman la exclusividad?
¿Ser exclusivo significa cercar las playas, o en todo caso, dejarlas sin acceso?



Desde hace mucho tiempo las familias adineradas que se sabían asentadas en los distritos más importantes de Lima (San Isidro y Miraflores), en casas tan grandes que recordaban los tiempos de hacendados, han tenido que dar paso al gran fluido vital de la economía, que en tiempos pasados estaba en el centro de la ciudad. Dejando que sus casa se conviertan en enormes edificios de viviendas y comerciales, y aceptar de esta forma ir a vivir a departamentos en el mismo lugar o casas en distritos que hoy en día aparecen como netamente residenciales (La Molina).

Este “sacrificio” se vio compensado de alguna forma con la instauración de estos condominios en la playa de Asia. En donde por una temporada se pude volver al pasado y disfrutar de las ventajas de una casa con todos los servicios necesarios y capaz de dar fé de cuan ostentoso es cada uno, ya sea mediante los muebles, acabados o porque no decirlo, mediante su arquitectura.

Estas nuevas urbanizaciones en la playa, se concibieron de manera tal, que mediante sus estrictas (y algunas estúpidas) reglas han terminado limitando la capacidad creativa del proyectista de manera tal que pareciera que todas las casas son iguales.
La casa de playa entendida como hace algunos años, en donde cada uno hacia su casa como quería, del material que quería y del color que quería ha desaparecido casi en su totalidad.

Entonces la limitaciones de forma, altura y color resultan en una imagen muy agresiva y hasta discordante con lo que se supone debe predicarse para una casa de playa. Es ilógico que una casa de playa no mire al mar, como es más ilógico aún que una casa de playa mire la espalda de otra casa que si mira al mar.

De ahí que “…la casa de playa ha pasado por un proceso de evolución en estos últimos 20 años. De ser una casa de playa en el desierto redescubierto por los tablistas en los años 60, pasó a ser una casa urbana en la playa” Entrevista a Juvenal Baracco Boletín Arq. Ancral Nº5



Por otro lado existe, en Asia, población que es permanente, que ante la llegada de las nuevas urbanizaciones no hacen más que alegrarse ya que la mayoría de ellos trabajarán como guardianes, cuidadores, etc. en estos nuevos condominios. Ellos son los habitantes del pueblo de Asia, si bien es cierto que no a todos les agrada que se haya cercado y prohibido el acceso a las playas, es entendible que a la mayoría le emocione la llegada de gente “adinerada”.



Si bien la gran mayoría de las casas que existen en Asia, son homenajes a lo banal y decorativo, debe entenderse que ante la falta de políticas en inversión en proyectos de uso público, y la existencia casi nula de inversionistas dispuestos hacer grandes edificios (referentes). La casa de playa es hoy por hoy, la vitrina que tiene el arquitecto peruano para especular, experimentar, y a la vez, mostrarse al mundo.











CONCLUSIONES

Lima es una ciudad sin identidad, capaz de albergar a ciudadanos de gran poder adquisitivo y a personas que viven en la pobreza extrema.

Lima cambia constantemente, su infraestructura, su clima, su gente, es innegable que debido a esta condición efímera y móvil de la ciudad será bastante difícil asignarle una nueva identidad, puesto que todo, hasta los mismos conceptos sobre territorio, está en constante cambio.

Según los especialistas, el capital mas fuerte llegará en algunos años, las condiciones económicas de las personas cambiaran para bien, es nuestro deber proyectarnos hacia el futuro, y tratar de establecer nuevos referentes que marqueN la pauta en el posterior desarrollo de la ciudad. Diseñando de tal modo que el proyecto a realizar deba ser entendido como una reflexión de cómo construir una nueva ciudad.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy Interesante tu blog...Cierto, Lima no tiene identidad en Arquitectura. Hay que tener en cuenta tambien la falta de buenos planes maestros a nivel urbano, a corto y largo plazo, normas y sobre todo, criterios que los respalden(obvio nunca tan exagerados y absurdos como los de muchas playas de Asia), para asi evitar el ''mix de modas pasajeras'' que vemos en la ciudad.

Strokes of Love dijo...

Muy interesante!

Es muy duro ver a Lima como esta ahora y mucho mas angustiante saber como estara en un tiempo si no hacemos nada por ella... Pero este es el momento en que debemos tomar decisiones sabias que pueden surgir el cambio y presentar a nuestras generaciones venideras una Lima diferente, con identidad y que nuestra generacion sea recordada por ello.

Unknown dijo...

me gusta este post.. xq aunq me hace pensar en ke una sola persona no puede hacer mucho para cambiar la infraestructura de Lima, por no decir praktikamente nada. pues kizas si se hace un consenso todo esto evolucione para mejor.

Anónimo dijo...

Lima no tiene una sino varias identidades solo que no les gusta o no quieren admitir como Lima crece y se va desarrollando en todo sentido.

Sebastian Morales dijo...

Cierto Lima tiene varias identidad, y es que ya hace rato dejo de ser una ciudad, y se convirtió en una conurbación.
En un sitio con tantos caldos sociales en donde lo economico se mezcla mucho con lo racial, es muy dificil habalr de una sola identidad.