miércoles, 3 de febrero de 2010

QUE NO SEA UN SUEÑO

Muchos días pueden ser inolvidables para un chico como yo, días de fiesta, de celebración desmedida; días de tristeza, esas de lamentos interminables y días de júbilo esos de felicidad desbordante, de satisfacción inacabable, esos días que uno quisiera que nunca acaben, que nunca se termine. Y si terminan estar seguro de que vuelvan a pasar lo antes posible.
Hace 8 meses que tengo una razón para que mis días sean mejores, hace 8 meses que el día a día se ha vuelto una novela de aventuras constante, con finales de capítulos felices, con pies de pagina que nos hacen recordar nuestras falencias, con títulos que destacan nuestras virtudes, con sollozos y lamentos, con regocijo y sonrisas, y con todo lo que uno puede llegar a imaginar, en una novela cuyo final no está escrito y no quiero saber, pero que muero por seguir viviendo…
Es asombroso como uno puede darse cuenta, en tan solo un instante de lo favorecido que puede llegar a ser. En una sola noche por decirlo así, he experimentado, eso de lo que miles de profetas de miles de religiones hablan, la felicidad plena. Es un instante, son unos minutos..no sé, no quise gastar energías en saber cuánto duró.
Es difícil describir ese momento, se puede decir que en una noche como esa todo es bello, armonioso, perfecto, como si fuera un sueño. Me siento en la cabecera y contemplo la belleza que me rodea y sobrecoge. Veo un libro que ella me regalo, un libro cuya historia escribió ella misma, una tarjetita que hizo con sus propias manos, recuerdo sus consejos, sus palabras de aliento, su llanto encandilante, cada pequeño detalle que revela su talento natural para embellecer todo lo que toca y de paso para embellecer mi vida que ella decidió tocar para mi inmensa fortuna.
No me la creo, me quedo un poco pasmado y maravillado mirándola, como si quisiera asegurarme de que no estoy soñando todo eso, de que los dioses me han premiado con esa noche colmada de armonía, paz, amor y belleza, sobre todo belleza, más de la que merezco, más de la que soy capaz de mirar sin sentirme un poco embriagado. Esta tiene que ser la noche más feliz de mi vida, no cabe duda alguna.

No tengo idea de si será la última noche, mis sueños de choques y tragedias me quitan la decisión pero si fuese la última, no tengo derecho a quejarme, fue perfecta y no podría haber tenido una despedida más hermosa, relajada, risueña y suavemente feliz, una felicidad que no está hecha de palabras ni de música ni de estruendos ni de sonido alguno, una felicidad que se agazapa en las miradas, se dibuja en las sonrisas, se esconde en los bocados que saboreamos, en la certeza implícita que compartimos: que somos exactamente la pareja que hubiéramos querido ser de haber podido elegirnos y que no nos sobra ni falta nada y que eso que somos, eso que hemos logrado ser, nos deja contentos y en cierto modo orgullosos, porque presentimos que, contra todo pronóstico, somos felices. Y sabemos que juntos seremos capaces de encender la hoguera del júbilo discreto, de la tranquila felicidad que no se nombra.

Al final de la noche, me invade una cierta tristeza porque sé que, luego de nuestra última conversación, es improbable que se repita una noche tan perfectamente bella como la que ahora languidece entre nuestros bostezos, y tal vez por eso me siento obligado a decirle, al despedirnos, abrazándonos, besando sus labios, que ha sido la mejor noche de mi vida y que no la olvidaré. Pero siempre que digo que algo es inolvidable, recuerdo que no depende de uno recordar los momentos felices y que quizá un día no recuerde esa noche ni recuerde nada más, y quizá ese día esté ya muerto, a punto de chocarme o no todavía, por eso siempre que digo que no olvidaré esto o lo otro siento que hay algo de mentira o de promesa incierta en la declaración sincera de mis intenciones.
No podría asegurarlo, pero creo que el día en que duerma del todo estaré evocando aquella noche de felicidad con esa mujer que me amó como nadie me amó y que existió a pesar de mí.

3 comentarios:

Elizabeth dijo...

demasiado lindo, bastante profundo lo que dices, me encanto la manera en la que te expresas, muy buen post, como siempre... no esperaba menos de ti :) sigue posteando, bso!

Anónimo dijo...

Eres genial cuando escribes, nos envuelves de talmanera que todo el tema es tan magico me encanta asi como me encantas tu

Unknown dijo...

SEBAS YA SABES LO QUE OPINO DEL POST...LINDO. TE QUIERO UN MONTÓN
YA VI EL COMENTARIO DE ARRIBA JAJAJA Q COSHA??? DEBE SER OFELIA O EL ONEAL ESE!!! MUAK.